El Gobierno busca un amplio respaldo para sancionar su pack de proyectos laborales sin afrontar una crisis política como la de diciembre pasado, cuando los sectores duros de la CGT se vieron arrastrados a una batalla campal en Congreso contra la reforma jubilatoria.
Para evitarlo, Macri dosificará los cambios. “Tenemos el compromiso de hacerlo por etapas y jamás voy a tomar una medida que atente contra el modelo sindical o los trabajadores”, les aseguró el mandatario en marzo a la docena de sindicalistas que pisaron la Rosada.
En el Día del Trabajador, el triunviro de la CGT, Juan Carlos Schmid, rechazó la reforma laboral que propone el Ejecutivo y aseguró que “los trabajadores pasan las de Caín para llegar a fin de mes”.
“Ya he manifestado que no hay confianza en las propuestas del Gobierno, porque primero dice una cosa y termina haciendo otra. Si en el proyecto aparece este tema de rebaja de indemnización ante despidos, lo voy a rechazar“, adelantó.
“No hay motivos para festejar el día del trabajador, es muy compleja la situación. Los trabajadores pasan las de Caín para llegar a fin de mes. Pensemos en los millones de compatriotas que no tienen trabajo”, dijo el gremialista de Dragado y Balizamiento.
La CGT elegirá una nueva conducción que reemplace a la actual, que “está recorriendo sus últimos días”, según apuntó Schmid.
“Seguramente el jueves va a reunirse (el triunvirato) con el Consejo Directivo para el congreso de integración de autoridades. Hasta ese momento, estamos al frente para tomar las decisiones que falten”, afirmó el dirigente moyanista.
Por su parte, el secretario de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), Ramón Ayala, también rechazó la reforma laboral.
“No estamos de acuerdo en que se bajen las indemnizaciones“, afirmó, aunque consideró que “están bajando los niveles de pobreza y desempleo”, aseguró.
A su vez, defendió los tarifazos: “Es cierto que el tarifazo es duro, pero era una medida necesaria, no podíamos seguir viviendo de subsidios. Era una total fantasía vivir de los subsidios energéticos, eso nos llevó al 30% de pobreza”.
“Pata sindical” oficialista
Tal como diera cuenta iProfesional, en el marco del reordenamiento de la CGT Macri pugna por ubicar a sus aliados en la futura central obrera, manteniendo su impronta oficialista.
El acto del martes congregó a unos 80 gremios, entre ellos peones rurales, taxistas, petroquímicos y plásticos, la organización que liderara el padre de Triaca antes de ser el ministro de Trabajo de Carlos Menem.
Ese paraguas heterogéneo integró la comitiva sindical que, a fines de marzo pasado, se reunió con el Presidente en Casa Rosada, tras acompañar al ministro Triaca hijo en su gira por Europa para explorar modelos de diálogo social, nuevas modalidades de trabajo y los sistemas de seguridad social.
En una relación que denominan de “apoyo mutuo“, los gremialistas convalidaron la pauta salarial del 15% y dieron su aval para avanzar en la discusión de cambios de las leyes laborales.
“Llegamos a mitad del río y vamos a acompañarlo a cruzarlo”, le dijo a Macri José Ibarra, hombre fuerte de las 62 organizaciones y jefe del bloque oficialista de senadores en Salta.
PABLO SALAVAGIONE
Periodista
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