El desarrollo tecnológico permite buscar, con una alta capacidad de análisis, compuestos activos selectivos con un blanco preciso: atacar únicamente a las células tumorales, sin dañar a las saludables.
Ya llevan identificados 23 compuestos citotóxicos provenientes de las plantas nativas de Córdoba y de la farmacéutica GlaxoSmithKline que, por primera vez, comparte su banco de drogas con una institución académica. El trabajo se realiza en el Laboratorio de Letalidad Sintética de la UNC, en coordinación con el Instituto Leloir, y apunta al desarrollo de fármacos contra el cáncer de mama y ovario.
PABLO SALAVAGIONE
Periodista