El saldo entre importaciones y exportaciones alcanzó los u$s1.285 millones, el peor resultado desde noviembre del año pasado. Por efecto de la sequía y la falta de liquidación del agro, las exportaciones registraron la primera caída en lo que va de 2018.
Los datos de mayo correspondientes al comercio exterior argentino arrojaron un resultado adverso: se disparó el déficit comercial y las exportaciones registraron la primer caída en lo que va del año.
Estas estadísticas son clave, dado que mayo se constituye en el último mes en el que todavía no se sintió a pleno el efecto de la devaluación.
Es de esperar que el impacto positivo para el comercio exterior recién comience a cristalizarse en los números de junio.
Pero por ahora mayo deja una performance deslucida: según datos publicados por el INDEC, el mes pasado el déficit de la balanza tocó los u$s1.285 millones, marcando un salto del 120% respecto de igual lapso de 2017, cuando la balanza había tocado los u$s576 millones.
Así las cosas, la Argentina ya encadena 17 meses consecutivos con unresultado comercial negativo.
Si se considera el acumulado, la diferencia entre exportaciones e importaciones durante los primeros cinco meses del año trepó hasta los u$s4.700 millones, un 151% por encima del mismo período de 2017.
Una de las principales razones de esta expansión del rojo comercial está en el flojo dinamismo de las ventas al mundo, que experimentaron una baja interanual del 6%, al alcanzar los u$s5.162 millones.
Un dato clave es que esta contracción en valores se produjo aun cuando los precios de las exportaciones argentinas aumentaron un 13%.
El problema fue que, como contrapartida, los despachos registraron una caída superior en términos de volumen, con un descenso del 17%.
PABLO SALAVAGIONE
Periodista